Si juntamos un chaval activo con uno pasivo, tenemos como resultado un polvazo donde disfrutan los participantes, así como los sortudos que tenemos la oportunidad de verles en acción. Pero si al grupo le añadimos la presencia de un juguetito muy especial, el resultado puede variar, aunque el disfrute se mantenga o incluso el morbo aumente con creces. No hay más que introducir un dildo doble en la escena, y seguramente el activo se decida a probarlo a la par que el otro chaval disfruta de una petada con tal juguete, pasando ahora los dos a ser follados al mismo tiempo por el artilugio taladrando el culo de ambos hasta que, uno de ellos o ambos, terminan como era de esperar: manchando todo de leche calentita ; P ¡Espero que vosotros terminéis igual! ; )
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