Practicando la automamada compartida

¿Qué os ha parecido el comienzo de esta tanda dedicada a las mamadas dobles? Menudos tragones están hechos algunos chavales, especialmente cuando se trata de compartir el rabo a comer con otro maromo igual de hambriento de polla. Sin embargo, también una verga puede ser compartida entre dos tíos, sin necesidad de que tenga que haber tres hombres metidos en el ajo. ¿Sabéis cómo es posible? Compartiendo no la mamada, sino la automamada. Es decir: si uno de los dos maromos es capaz de automamarse el rabo, existe la posibilidad de comerse él mismo su cipote mientras que el compañero lo chupa junto a él. Así lo logra realizar, entre otros, Troy Michaels, que dejará que Adam Russo se desayune con él su platanazo. También compartirá su rabo el pelirrojo James Jamesson con su compañero de curro circense Dale Cooper, en una de las escenas más calientes del film Behind de big top. Pero, igual que se comparte en la automamada la polla del automamador, puede ser éste el que prefiera comerse dos rabos a la vez. Variedades, y más variedades dentro del mundo de las mamadas dobles, con automamada incluida ; )

 

Jugando con el condón frente a las cámaras

¡Saludos pajilleros y morbosetes! Seguimos enfundando la polla en un condón, y tras aprender cómo embutir con la goma el rabo, y descubrir cómo quedan las trancas XXL dentro de un preservativo, continuamos esta vez jugando con el condón frente a las cámaras, porque este tema es más morboso de lo que parece y no faltan productoras que pidan a sus actores y modelos favoritos que se saquen el cipote y jueguen con él, tras ponerse un preservativo previamente. Podemos disfrutar así del álbum de Casey Wood, seguido de Zack Randall, y otro par más de maromos, en acción. Y a vosotros, después de verles, ¿no os entran ganas de jugar con vuestros vergajos también? ; P

Jugando al fleshlight con el colega

¡Saludos pajilleros y morbosetes! Como habéis podido comprobar con la entrada de ayer, la segunda parte de la tanda de los fleshlights promete, ¡eh! ; ) Tiós y más tíos jugando con sus fleshjacks pero no solos, sino en compañía.  Dejando a un lado a los novatos de Haze Him, lo mejor es ir paso a paso, ¿no creéis? Antes de pasar a jugadas en grupo, pasemos previamente a jugadas en pareja donde los chavales juegan con sus colegas de mayor confianza. Tenemos entonces a dos maromos dispuestos a pasarlo bien. Ahora bien: ¿con cuántos fleshlights podemos jugar? La respuesta puede ser múltiple. Podemos partir, por ejemplo, con un único fleshlight que sólo usa uno de los dos tipos...

Aunque, seguramente, cuando uno vea que el otro no dispone de juguete propio, no dudará en compartirlo... Incluso puede echarnos una mano y ser nuestro amigo quien nos meta el rabo en su juguete. Morbazo asegurado pensando en que introduciremos la verga por el mismo sitio... ; P

Si añadimos a la fiesta un fleshlight más, el morbazo no tiene por qué ir a menos... Como en toda quedada pajera siempre puedes encontrar una mano amiga que eche mano a tu polla o, en este caso, a tu fleshlight, surgiendo todo un pajote compartido con fleshjacks incluidos ; P

Y si la cosa se pone más y morbosa aún, y hay suficiente confianza entre los colegas, el fleshlight puede pasar a un segundo plano mientras cobra más protagonismo una buena follada en sí. Eso sí, no tenemos por qué deshacernos del juguete y disfrutar o intercalar el mismo metiendo en él nuestro cipote mientras sentimos por detrás la dura verga de nuestro amigo... ¿Por qué zona de nuestro cuerpo obtendremos más placer? Habrá que jugar con algún colega para comprobarlo... ; P

Sacándose el pajarito con los colegas, y algo más...

Siempre se dice que entre tíos no hay que tener vergüenza en mostrar las partes nobles porque todos nosotros tenemos lo mismo entre las piernas, ¿verdad? Pero, igual que todos tenemos lo mismo, también es verdad que todos hacemos o jugamos a lo mismo con esa zona, ¿no? Así que ya que estamos en confianza con los colegas, y nos hemos atrevido a sacarnos el pajarito delante de ellos, ¿por qué no desinhibirnos más y tomar más confianza aún y mostrarles a todos lo que tan bien sabemos hacer con nuestro rabo? No faltará quien se atreva a sacárselo también con nosotros, a intentar comparar su nabo con el nuestro, a presumir de lo bien que se hace los pajotes, o incluso a demostrar que son capaces de practicar ciertas técnicas como la mismísima autofelación. Incluso, y ya que el ambiente está cargado y la confianza sexual es total, ¿por qué no jugar a algo más picante y dejarse pegar en la cara con el rabo del compañero? Esto es amistad y buen colegueo, y lo demás cuento... ; )