Quienes han visitado una sauna saben que, además de las saunas propiamente dichas y los cuartos de vapor, las instalaciones se complementan con otros tantos espacios dedicados al baño y al relax masculino. Todo un sinfín de rincones por donde campean los maromos semidesnudos a sus anchas, haciendo uso de los servicios ofrecidos y calentándose por momentos, más que por los vapores, por el morbazo que surge del sitio y la situación. Tales pueden ser los calentones que alcancen algunos, que cualquier punto de las instalaciones está bien para conocer a otros chicos y desfogarse mutuamente. Las duchas, con los cuerpos totalmente desnudos, unos junto a otros, empapados por el agua del baño, es una zona ideal para tocamientos o algo más... ; ) El jacuzzi, de igual manera, ofrece además del relax de sus burbujas, el placer de sobar a otro tío con la complicidad del agua. Algunos incluso aprovechan los vestuarios para echar una mirada a los que allí se están despelotando, y si bien la zona de taquillas implica el comienzo del recorrido por la sauna, también puede empezar allí la aventura que vamos a vivir, o ser donde dejar un recuerdo en forma de lefada de nuestro paso por las instalaciones ; )
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