Una vez que el jinete y el caballo están bien compenetrados, con la silla de montar bien ajustada y subido el cabalgador sobre la grupa, ya está todo listo para trotar. El caballo a veces puede mostrarse un tanto embravecido, como en el primero de los vídeos, deseando someter al jinete, pero todo buen montador sabrá domar bien al corcel y ser él quien finalmente lleve las riendas, cabalgando firmemente sobre el caballo, y obteniendo de él todo lo que se proponga... ; P
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